Segundo triunfo en el zurrón. Triunfo jubiloso, mágico, explosivo… alcanzado tras incluir en la receta que debíamos cocinar frente al Arenys (77-75) todos los ingredientes de un plato para servir en un restaurante de cinco tenedores. Los comensales –la afición- marcharon con un empacho de emociones, la grada descargó adrenalina a borbotones y el entusiasmo final se quedó en Bintaufa ante un adversario noble, talentoso y atrevido hasta el punto de merecer también mejor suerte.

Fotografía Dolfo Nuevo

Una vez más no pudimos estar todos. A última hora se nos cayeron de la cita ‘Izzy’ Fernández, por compromisos laborales, y Biel Torres, que sufrió la inesperada e incómoda “visita” de una gastroenteritis. Llufriu respondió con su primer triple a la canasta inicial de Parra. El primer cuarto fue un toma y daca. El Arenys hizo gala de su acierto desde los 6.75, mientras nosotros anotábamos en situaciones “de proximidad” vía Matalí y Salvans. La primera canasta de la temporada de Jan Orfila -¡bienvenido!- situaba el 15-15, equilibrio que se mantuvo hasta el 20-20, incluyendo un mate de Krtalic.

El segundo acto discurrió condicionado por un planteamiento zonal que nos hizo “cosquillas”, mientras los jóvenes internacionales formados en la Penya –Parra, Busquets y Molins- seguían haciendo gala de un futuro muy presente (23-28; 27-33). Pero Matalí seguía en modo “on” y, en plena fase de recuperación de recursos, emergió el toque mágico de muñeca de Dani ‘Maki’ García para fijar el 32-33 (12-13) a dos segundos para alcanzar el intermedio.

El tercero fue nuestro cuarto. ‘Mati’ (5 puntos) fijó las bases, a Busquets se le hizo de noche ante Jan y activamos el acierto perimetral (Llufriu, Pitu, Matalí) para, a golpe de parciales cortos, tomar el mando en el electrónico a través de la batuta (11 asistencias) de otro recuperado -¡felicidades Cris y Pitu!-. Un tiro cercano y lateral de Krtalic cerró el periodo (52-47, parcial 20-14).

Fotografía Dolfo Nuevo

Un pase de canasta de Dani para Jan supuso nuestra máxima ventaja (56-49) en el arranque del cuarto tiempo. César Saura paró el partido y nosotros entramos en una dinámica de desacierto que entroncó con la productividad de Parra (12) y Molins (5) para generarnos cierta inquietud (58-65 a 3’14”; parcial 2-16). Minuto de Oriol Pagès y vuelta a empezar. Pitu asiste a Mati, triple de Dani, dos libres de Pitu. Estamos (65-65, a 6”). TM de Saura, triplazo frontal de Parra (65-68, a 2”52). La grada lleva minutos alentándonos y recordándonos que “sí, se puede”. Y tanto. Saca Dani, recibe Pitu, tiro triple frontal… el balón pega en el hierro. Sube, sube, sube. Baja, baja, baja. Y entra limpio. 68-68, prórroga sobre la bocina. Taquicárdico.

El tiempo extra hace temblar la parte del brazo que articula la mano con el antebrazo cuando los protagonistas visitan los 4.60. Fallaremos 6, fallarán 4. Sin embargo, con la bola en juego la anotación parece más fácil. Bandeja de Llufriu, bajo el aro de Jan, triplazo de Dani (76-72, a 1’38”). ¿Ya está? No. Matalí le regala otro “gorro” a Busquets y disponemos de dos posesiones para cerrar el partido. Sumamos nuevos errores que precipitan el partido a otro final de infarto. Entramos en el último minuto de la prórroga con un 2+1 de Martí Tomás (76-75). De aquí hasta el final el electrónico solo se incrementará en un tiro libre de Jan. Fallaremos, fallarán, dominados el rebote –como mal menor- y el último tiro, lateral triple, de Torres decide no entrar (77-75, parcial 9-7).

Próxima cita, el domingo (16 horas), nos aguarda el Barberà de Ivan Llull (11 puntos por partido). Menorquines en Catalunya, os esperamos.