La tuvimos, la décima victoria. Anduvo muy cerca. Tanto como a un tiro. El que ejecutó desde la línea de 6.75 Adrià Mesa. El electrónico señalaba un 83-81 a favor del Martorell. Última posesión para el Made in Menorca. Tiempo muerto y pizarra. La acción se desarrolla algo más embarullada del diseño previo. Suele pasar. Aun así, el balón llega a las manos del base-escolta-alero badalonés, nuestro jugador con mejor porcentaje de la distancia. El lanzamiento, liberado y a duras pena punteado, no entra en esta ocasión.
Aunque pocas veces una derrota puede reforzar tanto la credibilidad en un proyecto como la cosechada en el municipio barcelonés. Con las bajas de Pitu Jiménez, Isma Fernández y Franco Acosta, Adrià Mesa y Sergio Muñoz convalecientes de un proceso gripal, el EQUIPO dio un paso adelante y compitió al mejor nivel frente a un adversario que había liderado el grupo C-A en seis de las primeras once jornadas.
Dani García, Pau Pons, Jesús Vargas, Ángel Piedra y Juan Murillo, el quinteto de salida. La réplica local, por supuesto, al mejor nivel. Tenían una deuda pendiente consigo mismo tras el último mes de competición. El intercambio de pequeños parciales alcanzaba el final del primer cuarto con un 24-20. Por entonces, la salida del banquillo de Jan Orfila había contrarrestado las acciones de Marc Bernadí y Álex Hernández, que se postularon como los referentes en esta cita.
El equipo de Adrià Alonso llegó hasta el +7 tras un triple del escolta portugués Henrique Piedade (27-20). Reacción coral santlluissera. Los triples de Piedra, la exuberancia física de Vargas, la contundencia de Jan y un par de acciones marca de la casa de Juan Murillo le daban la vuelta al marcador al descanso, 41-44 (17-24).
El dominio del monopolio del rebote permitió estirar la diferencia hasta el +11 (46-57). Fue el momento de romper el partido. Pero entonces Hernández tocó a rebato y, prácticamente solo, el joven escolta catalán metió al Martorell en el partido con 8 puntos (triples y 2+1 incluidos). El partido seguía abierto al término del tercer periodo (62-66).
El Martorell respondió a las dificultades que les interpusimos, Orfila y Vargas mediante –mate sideral de este último incluido-, con la intensidad defensiva y fuerza mental que esperábamos. Ya hemos advertido durante la temporada que nos sobrarán dedos de una mano para contar los partidos “fáciles” que podremos afrontar. A golpe de triple –faceta en la que nos superaron ampliamente- el quinteto catalán puso la directa hasta ponerse de nuevo por delante (78-76). Y a intercambios más de errores que de aciertos alcanzamos la última posesión, que en esta ocasión se nos fue por el desagüe del desacierto tras un enorme ejercicio de espíritu competitivo y buen baloncesto.
El proyecto, no cabe duda, mantiene su progresión y línea de crecimiento. El resultado final ya es otra cosa, puesto que depende del cruce de los factores propios y de los transversales.
Jan Orfila cerró su actuación con 23 puntos y 5 rebotes; en su primer partido a casi pleno rendimiento, Jesús Vargas aportó 17 puntos y 11 rebotes; Ángel Piedra clavó cuatro triples para 14 puntos y 7 rebotes; y el resto aportaron en la línea que requiere el equipo en cada cita competitiva.
Y el domingo, a las 12.30 horas, nos aguarda un nivel que quiere mucho más respeto del que su clasificación pueda significar. Cerramos la primera vuelta con la visita el pabellón de Ses Canaletes, el Mataró, colista, pero que acaba de romper una racha de nueve derrotas con un golpe de efecto: victoria frente al Arenys, vinculado del Joventut de Badalona y pugnando por meter la cabeza en las dos primeras plazas.
No será fácil mantener el liderato (9-3) ante el equipo de nuestro exjugador Ibon Miralles; pendientes de nuestros avances o retrocesos andan Martorell y Calvià (8-4) y no muy lejos el cuarteto Arenys, Castellbisbal, Cornellà y Aracena.