Con las bajas de Llufriu y Hernández, el Menorca no encuentra el camino para ganar 75-72.

El Hestia Menorca cayó sin remedio en su visita a Albacete en un duelo en el que no pudo contar con Llufriu y Hernández, y donde el equipo local supo jugar su mejor juego para frenar las acometidas menorquinas que lograron empatar el duelo. Fueron espejismos.

Una vez más, el guión previsto por Oriol Pagès se cumplió desde el inicio en el pabellón de Albacete. El equipo local cerró con fuerza la pintura concediendo lanzamientos fáciles desde el exterior.

Así fue como dos triples de Méndez y de Pitu Jiménez frenaron el ímpetu local (8-5 a 6:38, y 12-10 a 3:50). La cruz del duelo era la facilidad con la que se concedían segundas opciones en el aro del Hestia Menorca con Marcus Van, el mejor reboteador del campeonato, imponiendo su fuerza. Con todo, el primer cuarto acabó con igualdad a 19.

El segundo acto arrancó con igualdad, con un intercambio de canastas que prolongaban el guión del primer acto. La iniciativa la llevo el Albacete mientras el Hestia Menorca centraba su juego en Matalí. Al descanso, el Arcos Albacete era mínimamente superior 44-40.

Esa ventaja se mantuvo para los locales en el tercer acto con el Albacete, mientras el Menorca lograba recortar y ponerse por delante en el marcador (45-46, a 6:17).

Ahí se atascaron los menorquines que vieron como el Albacete se marchaba en el marcador 53-48 a 2:17. El cuarto se cerró con mal sabor de boca para los hombres de Oriol Pagès 58-50.

Mucho tenía que cambiar el duelo para que el Menorca rompiera la racha de 0-3 acumulado en este tramo final de año. Logró reducir la ventaja local a la mínima y empatar el duelo (63-63 a 4:44) con Quim Salvans jugando de base pero el Menorca no encontraba arguementos para frenar la superioridad del Albacete, que se marchaba 69-65 a 2:24.

Lo intentó al máximo el equipo de Oriol Pagès con más ímpetu que acierto y lo acabó pagando con la derrota 75-72.