La gestión defensiva del segundo tiempo, insuficiente para equilibrar el desacierto en tiros de dos y libres.

Victoria del Bàsquet Girona ante el Hestia Menorca (69-60). El imponente escenario que resulta ser el pabellón Fontajau vivió el estreno de nuestra segunda temporada en la LEB Plata, excelentemente acompañados por los “menorquins a Catalunya”. La puesta en escena defensiva del segundo tiempo no alcanzó para debutar con un triunfo a domicilio.

El porcentaje en los lanzamientos de valor dos -que durante muchos minutos rondó el 25%- y el goteo de errores desde los 4,60 metros (11/20) percutió en nuestras posibilidades de optar a la victoria. Insuficiente resultó nuestra puntería en el triple al descanso (7/15) y limitar a ¡27 puntos en 20 minutos! la batería de recursos ofensivos que maneja Àlex Formento.

El quinteto local hizo valer su talento coral e impuso finalmente su exuberancia física bajo el tablero para lograr el tino justo que le valiera asestar el primer golpe del curso. Faltó una vuelta de tuerca más -un par de encestes consecutivos en el momento oportuno- para alcanzar el minuto final con todo por decidir.

Bajo la atenta mirada de Marc Gasol, presidente con anillo NBA y medalla de Oro del Campeonato de Mundo de reciente estreno, el Bàsquet Girona encadenó de inicio 13 puntos casi consecutivos, solo entorpecidos por un triple de Corbacho (13-3). Paró el partido Oriol Pagès y a golpe de sumar de tres en tres -Pitu, Guebert y Covington- reconducimos el partido al término del primer cuarto (22-17).

Sin embargo, el acierto desde los 6,75 contrastaba con las dificultades para anotar en situaciones de teórico alto porcentaje. Formento pedía minuto en el ecuador del segundo acto (30-25). El 6/12 en triples nos daba la vida ante el 2/12 en tiros de valor inferior. Ocho puntos de Biel Serra (dos triples) nos invitaba a meternos en el partido (36-32 a 1:46 del descanso). Luego topamos con el poderío de Antonio Hester, que cerraría la cita en cifras dobles (17 puntos y 12 rebotes), al igual que Gerard Sevillano (11+11). Un 2+1 del badalonés nos mandó al vestuario 42-33 (20-16).

Se requería un reajuste defensivo. Detectadas las dificultades para anotar, el partido no invitaba a jugar a 80 puntos. Dos triples de Covington en el albor del tercer periodo fueron los últimos de la noche (47-41). El Girona se crecía y parecía gestionar su ventaja y nuestro desacierto con suficiencia. Un triple de Sergi Costa, maquillado con un tiro libre de Xavi Hernández ponía el candado al tercer cuarto en formato capicúa (54-45; parcial 12-12).

El último cuarto fue un querer y no poder. No nos fuimos del partido, pese a que el Girona amenazó con romperlo (56-45; 62-51), pero nos quedamos en el umbral de meterle el miedo en el cuerpo a un equipo con mimbres para aspirar a todo. Un triple frontal de Sevillano, un ‘baile’ en el poste bajo de Moreno, aciertos a cuentagotas pero suficientes al fin y al cabo. Pitu y Urko intercambiaron encestes, al tiempo que desde la urgencia se diluía también el aseado acierto en el triple (2/18 en la segunda parte). 69-60 final, 15-15 en el acto postrero.

Toca seguir trabajando. El sábado nos citamos en Bintaufa, a partir de las 20 horas, para recibir el Benicarló.