Victoria del Hestia Menorca desde la intensidad, dominio del rebote y un ataque más participativo, ante un CB Benicarló amenazador en el tercer cuarto
El primer palito en la casilla de victorias, colocado. Los jugadores del Hestia Menorca atendieron a las correcciones que el cuerpo técnico requirió en relación a la cita de Girona y el CB Benicarló acabó por claudicar, pese a demostrar capacidad de reacción tras el descanso.
No alcanzó el primer cuarto a dibujar el nivel idóneo necesario de salida. Un exceso de pérdidas (7) oxigenó al adversario castellonense, que no alcanzaba a frenar a nuestros interiores. Todas las canastas en juego de este cuarto (7) llevaron el sello de Urko Otegi (4), Deion Bute (2) y Okeke. El primer tirón (13-6, 8 puntos del pívot donostiarra) alumbró la suerte que podía correr el partido. 17-11 a la conclusión.
El equilibrio ofensivo llegó en el segundo acto. El perímetro generó desde los 6,75 metros. Drew Guebert, por partida doble, soltaba lastre de tres en tres. Una recuperación culminada con bandeja de Biel Serra obligó a parar el partido al técnico visitante Jordi Adell. 30-17 a 4:38 para el descanso. Cinco puntos consecutivos de Xavi Hernández ampliaron la diferencia a +16 (35-19). El conato de ruptura quedó en eso. El quinteto de Castellón reaccionaba para evitar que el zarpazo fuera definitivo antes de alcanzar los vestuarios (37-26, parcial 20-15).
El retorno a la cancha fue pura dinamita para el Benicarló. Entre Olechnavicius i Kindred encadenaba aciertos suficientes para reducir nuestra ventaja a +5 (38-33). Tiempo muerto de Oriol Pagès. Otegi asumía galones y posesiones cercanas al aro para currarse tres canastas consecutivas y frenar la sangría. Atrás, el equipo se crecía y no cedió ni un rebote en su propio aro en este cuarto. Vital. Otro acierto desde los 6,75, ahora de Alberto Corbacho, devolvió la cita a la barrera psicológica de los diez puntos. En el intercambio de golpes, el Hestia estiró la distancia hasta los +18 (61-43), con dos encestes de Bute y un triple de Pitu Jiménez. 61-45 al cierre (24-19).
El pívot de los Países Bajos inauguró el marcador en el último cuarto. El equipo incrementó y repartió sus prestaciones –transiciones, puertas atrás-para evitar cualquier tipo de suspicacia pasado el ecuador: 73-49 a 4:33 del final. Parcial de 12-4, producto de la implicación de un grupo al servició de una buena defensa para generar un mejor ataque. Y la cita apagó sus luces con el 78-57 final (parcial 17-12).
Felicidad contenida, celebración la justa. El calendario nos depara un doble compromiso la próxima semana. El miércoles 2 acudimos a las pista del filial del Gran Canaria (20:30) y el domingo 6 esperamos la presencia de los 1.900 seguidores que nos han acompañado hoy –y todos los que se quieran sumar- para recibir al siempre exigente y competitivo L’Hospitalet (12:30).