El Hestia Menorca añade la séptima victoria a su casillero tras un tiempo extra frente al CB Villarrobledo
Al límite, una vez más. Esta categoría no permite un ápice de distensión. Porque se paga con el peaje de la derrota. O casi. Y de nuevo sobre el apasionante alambre de la duda, del esfuerzo, del cara o cruz, del control emocional… alcanzamos un nuevo triunfo –el séptimo, sexto consecutivo- en la cancha de un adversario, el CB Villarrobledo, que anduvo excelso por momentos desde los 6,75. Y nos situó entre la espada y la pared. Y reaccionamos. Y ganamos. Cazamos otra victoria de equipo (82-87), con el sabor peculiar, diferente, de otra dimensión, que te genera lograrla tras una prórroga.
Buena salida de partido por la vía de la inspiración de Garret Covington. Asistencia para estrenar el marcador con un ‘alley-oop’ de Duby Okeke y seis puntos consecutivos con su sello particular (3+1 incluido). Impulso anotador desde una correcta puesta en escena defensiva (0-4, 3-8, 5-12 a 4:13). El técnico local, Manuel Jiménez “Júnior” para el crono. Mantenemos el tono y “Pitu” Jiménez cierra el cuarto con un triple frontal (11-17).
El triple. Factor diferencial en la continuación del partido. El Villarrobledo había firmado un 1/8 en los primeros diez minutos y se desatará con un 5/10 antes del descanso. El ala-pívot norteamericano Vadal Faniel conectará dos aciertos consecutivos desde la máxima distancia para dar la vuelta al electrónico (20-19, parcial de 7-0). Entre el minuto de Oriol Pagès y la idéntica petición de Júnior transcurren tres minutos y tres segundos. El tiempo que necesitamos para responder con un 0-9 (20-28). Contenemos el impulso anotador castellano-manchego hasta adquirir una máxima renta de +11 (26-37, a 1:31), que el Villarrobledo acierta a ajustar con Hailey infalible desde el tiro libre (6/6) y otra anotación de valor tres de Germán Martínez. Al descanso, 36-39 (25-22).
El Villarrobledo eleva su porcentaje en el triple por encima del 50% para voltear de nuevo el marcador a la salida del tercer periodo (42-41). El discurso en solitario que redacta Faniel topa con una respuesta de equipo. Desde la diversidad obtenemos respuesta a un partido que transita por la montaña rusa del intercambio de parciales (42-47; 50-49). Faniel (23) y Otegi (18) lideran las respectivas anotaciones de una cita abierta en puertas del ¿último cuarto? 57-55, tras triple de Wright. Parcial de 21-16.
Intercambio de triples inicial. Dos por barba (63-61). Los nuestros, de Méndez y Corbacho. El Villarrobledo añade dos más para situarnos ante el reto de la máxima desventaja (69-61, parcial de 9-0, a 5:29 del… ¿final?). Superamos el ecuador del cuarto acto con un exceso de concesiones en el rebote. Carencia que logramos ajustar para presentar nuestra candidatura al triunfo. Respondemos al rival con su misma moneda: triples de Corbacho y Xavi Hernández (73-69, a 3:02). Nos metemos en la pomada y cuatro puntos de Urko nos abren las puertas de la prórroga (73-73, parcial de 16-18).
El pívot donostiarra extiende su racha de acierto con siete puntos (para un total de 31 finales) para entrar con el pie derecho en el tiempo extra. Esto es, mandando en el marcador (73-75, 75-78, 77-80). Pero el Villarrobledo guarda la carta de un último triple. De Mejía (80-80, a 2:09). Okeke suma un tiro libre y le “apaga la luz” a Wright. En el tramo definitivo, Covington firma un 2+1 a 40 segundos (80-84), que nos permitirá gestionar con tino las últimas posesiones y atar finalmente la victoria (82-87, parcial de 9-14).
¡ATENCIÓN! El sábado, a las 20 horas, nos visita el Real Murcia Baloncesto. En la penúltima jornada de la primera vuelta recibimos al único equipo que ha sido capaz de derrotar al líder Bàsquet Girona. De nuevo, un reto mayúsculo.
Más que nunca, necesitaremos de vuestra imprescindible presencia, ánimo y deportivo apoyo en la grada del Pavelló Bintaufa. Todos juntos, a por otra. Una illa, un equip!