El Hestia Menorca cede ante la exigencia atlética del equipo de Salva Camps
Juventud, divino tesoro. El clásico perfil de equipo filial del Gran Canaria, con jugadores jóvenes importados de la geografía mundial, de talento y proyección contrastados –internacionales la mayoría en categorías de formación-, con una mentalidad sin corromper ni viciada por la malentendida exigencia competitiva, dio con la tecla justa en el momento oportuno para abrir una brecha que resultó irreparable para el Hestia Menorca y acabamos cediendo por 65-84.
A la canasta inicial de Serrano respondimos con un parcial de 7-0 por la vía del triple (Corbacho, Pitu). El Gran Canaria planteó un partido defensivo a toda pista, presión, 2c1, ‘traps’… La alternancia en el marcador y los pequeños parciales fueron una constante (7-2, 7-9, 9-16). Entre el senegalés Diop y el finlandés Maxhuni fijaron el recorrido del primer cuarto. Aun así, solo el desacierto desde el tiro libre nos impidió agotar el minutaje con un mayor equilibrio (14-18).
Dos triples de Biel Serra en el albor del segundo cuarto abrió un abanico de opciones anotadoras, cuyo testigo recogió Bute bajo la canasta (26-26, parcial de 7-0). Tras un intercambio de mates –Guebert, Vrankovic-, el acierto ahora sí desde los 4,60 nos remitió a un postrer triple de Convington, para alcanzar el vestuario con ventaja: 37-33 (23-15).
Okeke fijó la que sería nuestra máxima ventaja en la primera acción del tercer cuarto (39-33). Sin embargo, el quinteto canario generaba lanzamientos de tres liberados para el doble acierto de Maxhuni (42-41). La alternancia en el electrónico alcanzó hasta el 47-45, triple de Méndez a 3:07. La persistencia en el ahogamiento defensivo amarillo le dio su fruto y encadenamos una serie de imprecisiones que el Gran Canaria aprovechó para correr y generar tiros de alto porcentaje desde la pérdida, el contraataque y la pintura. Parcial de 0-10 para un 47-55 que se estiró hasta el 49-59 del final de periodo (parcial 12-26).
Un ‘alley oop’ de Diop fijó el estirón visitante en un 2-18 para 49-63. Habíamos entrado en una dinámica en la que el adversario se sintió más cómodo, creció en confianza y generó anotaciones exteriores que hicieron vanos cualquier intento de aproximación. El Gran Canaria tuvo respuesta a cada situación planteada y el intercambio de canastas solo hizo que facilitar el triunfo visitante: 65-84 (16-25).
Es la realidad de una categoría cuyo atractivo reside en la igualdad y capacidad competitiva de todos los equipos. Hay que seguir trabajando para voltear esta dinámica de resultados, pero al mismo tiempo entender que debemos aprender a convivir con la derrota como un factor más de la competición, que no debe afectarnos ni restarnos energía más allá del tiempo justo y necesario para asumirla, reflexionarla y extraer las conclusiones que nos permitan crecer para hacernos más fuertes y mejores.
Gracias una vez más a los 1.950 aficionados que nos acompañasteis en esta ocasión. El sábado aguardamos a los imprescindibles “menorquins per Catalunya” para recibir ese apoyo impagable en el partido que nos enfrentará al Torrons Vicencs – CB L’Hospitalet (20 horas).