Disfrutar, transmitir pasión y trabajar mucho.
Construir una mentalidad ganadora que sea capaz de sobreponerse a las adversidades. Transmitir los valores con los que Fundación Hestia acompaña al Club y enganchar a la gente al deporte por su importancia para la salud física y mental.
Javier Zamora aprovechó su presentación oficial en el Pavelló Menorca para compartir una lección sobre la importancia de la relación entre deporte y fortaleza mental, el compromiso, la cultura del esfuerzo, la resiliencia, la pasión y la alegría.
Después de reiterar su agradecimiento por incorporarse a la disciplina del Hestia Menorca – “un Club maravilloso en un entorno muy especial con una tradición de básquet increíble y, además, acompañado y de la mano de una Fundación como es Hestia que lucha por la sensibilidad, la integración y contra el estigma de las enfermedades mentales”-, el nuevo entrenador sentó las bases de la nueva etapa que inaugura su incorporación.
“Me gustaría que se viese un equipo que trabaja en la cancha y que lucha, que tiene ambición, que tiene ilusión y empuje para pasar las adversidades. Es un equipo que ha pasado en los últimos partidos por momentos difíciles, pero bien trabajado, con talento y en el que, creo que, limpiando un poco las cabezas, cogiendo impulso y mentalidad para el final de temporada, podemos cumplirlos objetivos que todos queremos”, aseveró un Zamora, para quien “al básquet, como a la vida, hay que ponerle pasión” y que no oculta que «el objetivo tiene que ser luchar por el ascenso», pero no a cualquier precio.
“Creo que un Club como Hestia Menorca con tanto trabajo detrás de lo que se ve en la cancha es un proyecto para subir y esa responsabilidad es con la que voy a trabajar cada día, con el objetivo de subir y con esa ilusión. Pero eso no nos tiene que generar ansiedad. El equipo tiene que aprender a disfrutar del camino, tiene que trabajar con valores, tiene que saber que las derrotas en el deporte existen y no pasa nada por perder un partido mientras se han cumplido determinadas cosas que no se van a negociar: el esfuerzo, el trabajo, la dedicación (…) Para mi el equipo será un equipo ganador si competimos siempre, no si ganamos siempre”, enfatizó el entrenador.
Javier Zamora quiso incidir en este aspecto. “Se puede perder y no pasa nada. Asimilar las derrotas y saber levantarse, saber sobreponerse, es parte del básquet y del deporte en general, tenemos que aprender a luchar. Me he encontrado un equipo de un gran talento, unas personas maravillosas que me han acogido como si ésta fuese mi casa y, como te decía, con una Fundación como Hestia detrás que también aporta a todo esto un sentido y arropa al equipo de valores y eso lo que hemos de intentar transmitir. Hacerlo con honestidad, el equipo no puede prometer que vamos a ascender ni puede prometer victorias, pero sí nos podemos comprometer a dejarnos el cien por cien de cada uno en intentarlo”.
Compromiso para con uno mismo, con el equipo y con el público. El técnico no se olvidó de los seguidores que ahora faltan en el Pavelló Menorca y en tantos otros. “Debemos intentar trabajar como si hubiese público. Jugamos para la gente, aunque la gente no esté con nosotros está con nosotros en sus casas. Tenemos que mostrar un equipo que esté alegre porque hay muchas cosas en la vida muy importantes que generan mucha tristeza, mucha frustración y perder un partido de un punto es básquet y es deporte, y no pasa nada. Tenemos que enganchar a la gente que está en su casa y, como equipo que representa tantas cosas, tenemos transmitir valores y enganchar a la gente al deporte porque el deporte es muy importante no sólo para la salud física sino para la salud mental y, a día de hoy, es muy importante para todos.