Partido marcado por el gran ambiente vivido en Bintaufa y el vínculo creado entre el público asistente y el equipo.

Apabullamos al Herbalife Gran Canaria liderados por un Thomas Smallwood (14p. 10r.) colosal, en un partido nuevamente marcado por el gran ambiente vivido y la confirmación definitiva del vínculo creado entre el público asistente y el equipo.

Javier Zamora dispuso sobre la pizarra que saltasen de inicio Jiménez, Jackson, Diego, Héctor y Thomas Smallwood. Ricardo González respondió con García, Del Cerro, Serrano, López y Redondo. Abrimos el partido desde el triple, Jackson (17p.) crea el grupo “Tripleros” y clava los dos primeros, Longarela (11p.), H. Alderete y Suárez se suman al grupo creado por el boricua y anotan tres más, mientras tanto Jiménez (8p. 9as.) iba ajustando el metrónomo al ritmo que el partido iba demandando. Herbalife Gran Canaria se aferra al partido desde el dominio del rebote, pero tan solo Moreno (15p. 5as.) sostiene a duras penas, a los canarios en el luminoso (23-11).

Smallwood continuaba viendo el aro como una piscina y se une a los “tripleros”, dos suyos abrían las diferencias en el marcador hasta los 22 puntos, Gueye (9p. 5r.) confirmaba su regreso y junto a Schilder trituraban el juego interior grancanario. Lo tuvo que desconectar González. Reseteados, los canarios empezaron a carburar, la pareja Moreno/García comenzó a producir y López de la Torre aprovechó los minutos de descanso de Héctor Alderete para asomarse al partido, el menor de los Alderete fue diferencial en su aportación defensiva sobre el mejor jugador del Herbalife Gran Canaria (44-28).

Diego Alderete (8p. 8r.) abrió el tercero y confirmó al Herbalife Gran Canaria que hoy lo tendría muy difícil en Bintaufa, González lo paró de nuevo, López De la Torre aprovechó su momento y junto a Serrano lideraron la reacción visitante, Longarela, en su línea, se alió con Jackson y juntos respondieron al envite visitante. El control del rebote pasaba, progresivamente, a manos de Diego y de Smallwood y el ataque visitante se diluya en el entramado defensivo urdido por Javier Zamora (65-48).

Los visitantes subieron el listón defensivo al limite y fruto de ello aparecieron las primeras dudas locales, Moreno taladraba la defensa menorquina y la presión ejercida sobre las líneas de pase provocaban perdidas continuas en la subida del balón, Zamora retiró del ostracismo a Jiménez, lo emparejó con Jackson, castigado hoy por las faltas, y les dio las llaves del partido. La serenidad del “padre de todos” y los puntos del nieto de Flor Meléndez condujeron al Hestia Menorca a un final quizá no tan placido como se podía prever (77-64).