UBU Tizona demuestra su fortaleza y se lleva el título en Bintaufa ante más de 4.000 personas.
La Copa LEB Plata no defraudó en un duelo espectacular entre Hestia Menorca y UBU Tizona, que ha acabado llevándose el conjunto burgalés por 76-90, para levantar el título por tercera vez en su historia.
Delante de un Pavelló Menorca hasta la bandera y que demostró ser escenario idóneo para una gran final, los hombres de Diego Ocampo sacaron su arsenal desde un primer momento, mostrando por qué sólo han perdido un partido en la temporada hasta el momento.
Con un Ayoze Alonso muy avispado en la defensa para robar balones de las manos del equipo local, junto al castigo constante de Joseph Cremo, Tizona fue imponiendo su ritmo de transiciones rápidas para ponerse a liderar hasta conseguir una máxima de +10 (9-19).
Levantado por una afición que no dejó de animar en ningún momento, el Hestia Menorca pudo hacerse fuerte y saldar el primer cuarto reduciendo esa distancia a la mitad, con unos buenos minutos en conjunto.
Tizona no bajo el pie del acelerador y, acostumbrado a partidos de mucha anotación, volvió a ser letal con un parcial de 0-9 nada más volver a la cancha, dejando a los locales sin anotar en los primeros cinco minutos del periodo.
La diferencia de listón en la agresividad defensiva de ambos equipos fue clave para que el equipo visitante rompiera ligeramente el partido, y el Hestia sólo pudiera retener el arreón del líder de la conferencia oeste con los puntos de Pol Molins y Nacho Arroyo.
Con el 31-46 se llegaba al descanso, momento que sirvió a Javi Zamora para ajustar a su equipo y devolverle la esperanza de poder volver a pelear en el choque. Sin embargo, otro gran inicio de parcial visitante complicaba cada vez más cualquier atisbo de mejora del conjunto insular.
Cinco puntos más de Alonso en el 2-10 de arranque de segunda mitad, ponían la máxima diferencia del partido en 23; un golpe muy duro que, curiosamente, no hizo más que reforzar la fe de la hinchada local en su equipo.
Bintaufa no dejó de animar a los suyos, y entre Molins, Arroyo y Diego Alderete cargaron con los 17 puntos del Hestia en el cuarto, para empezar la remontada del último periodo con una desventaja de 20 (48-68).
A base de corazón y llevado en volandas por el glorioso ambiente que se estaba viviendo en Bintaufa, donde cada canasta a favor y fallo en contra hacían incrementar los decibelios del pabellón, el cuadro menorquín fue forzando errores del rival y recortando poco a poco la diferencia a 13, a falta de seis minutos para el final.
Ocampo paró con tiempo muerto la vorágine local, aunque no fue efectivo en el ímpetu del equipo y la afición local, completamente en sintonía y creyendo en un posible milagro que a punto estuvo de producirse.
De nuevo, Molins y Arroyo impulsaron al Hestia en los momentos decisivos, con Alderete en el banquillo expulsado por faltas, pero con la aparición de Nikola Misković y su triple que apretaba a siete puntos la final a falta de menos de dos minutos.
No obstante, el poco tiempo restante y los innumerables pasos por la línea de tiros libres visitante dejaron sin premio el pundonor desplegado por el Hestia Menorca, en comunión con su gente.
UBU Tizona se proclamó campeón, manteniendo la senda triunfal de este curso, mientras que el gran triunfo de la velada fue el espectáculo vivido en Bintaufa, en una noche de récord absoluto de asistencia.
El MVP fue para Joseph Cremo con 22 puntos y 30 de valoración, mientras que Pol Molins volvió a ser el mejor de los suyos por segunda semana consecutiva, con los mismos puntos que Cremo, cinco asistencias y cuatro rebotes.
Al término del encuentro, Javier Zamora felicitó al UBU Tizona, al que tildó de «justo vencedor», para subrayar acto seguido el compromiso demostrado por los jugadores y agradecer el insuperable apoyo del público y la implicación de los profesionales y voluntarios que han hecho posible la final de Copa.