El asalto definitivo por el ascenso comienza este fin de semana entre dos equipos muy parejos, con similitudes en su estilo de juego y en el camino recorrido esta temporada.
“Ilusión”. Con una palabra define Javi Zamora lo que están siendo y van a ser estas dos últimas semanas de competición en la LEB Plata, a las que llegan muy vivos Hestia Menorca y Rioverde Clavijo, con una plaza de ascenso en juego entre ellos.
Un colofón soñado que sólo podrá alcanzar uno de los dos conjuntos, aunque ambos lo merezcan, después de una temporada muy competitiva y laboriosa, primero, cada uno en su conferencia y, posteriormente, en estos PlayOffs. Igualdad y similitudes que hacen de este enfrentamiento una auténtica batalla de resultado incierto, a la par que atractiva.
Tanto menorquines como riojanos acabaron segundos en sus respectivos grupos durante la fase regular y no han perdido la ambición ni el nivel de juego durante los cruces anteriores a esta ‘final encubierta’, a la que llegan cada vez más crecidos y con unas aficiones y poblaciones totalmente volcadas con sus proyectos.
“La verdad es que el equipo llega en su mejor momento. La gente nos está arropando muchísimo y estamos trabajando muy duro para tratar de ofrecer una serie y un PlayOff lo más competitivo posible”, apunta en su primera intervención frente a los medios Javier Zamora, técnico del Hestia.
Excepto por la baja de larga duración de Nikola Mišković, todos los hombres de Zamora llegan a la cita, incluido Pol Molins, quien sufrió una torcedura de tobillo en el último choque: “Es una final, es un PlayOff. Hay pequeñas molestias, pequeños golpes… Seguro que Clavijo también tiene sus cositas, pero no hay nada importante. Es momento de apretar los dientes y tirar para adelante. Todo el mundo está preparado para dar su máximo y que la competición también nos coloque en nuestro sitio”.
Enfrente, un rival que opta a todo “por muchas cosas”, según el propio entrenador madrileño; con un plantel “muy completo, muy compensado y muy trabajado”, y que se basa en el bloque defensivo, tremendamente sólido, y “en el talento en la línea exterior”.
“Creo que es un equipo diseñado para intentar subir. Por historia, por su entrenador, por su plantilla… Son muy duros y y muy competitivos. Espero que estemos a la altura del trabajo que venimos haciendo y que podamos frenar sus fortalezas”, apunta el director técnico.
En definitiva, dos equipos que se pueden permitir el privilegio de decir que están en un 50% de probabilidades de conseguir un logro mayúsculo, y de usar una palabra que da respeto: “Ascender es una consecuencia de muchas cosas. Tampoco creo que sea bueno escapar de esa palabra tan bonita. Es un sueño, es una ilusión, y creo que todas las personas que están trabajando en el Club y las personas que nos empujan, merecen al menos soñar con eso».
Un sueño que quedará certificado para uno de los dos equipos en Menorca, y que para la Isla supondría un revulsivo en muchos aspectos, especialmente para los seguidores del baloncesto, que anhelan volver a ser de Oro.
“Poder tener en nuestra mano un último partido en Bintaufa, sea cual sea el resultado de la temporada, creo que va a ser una experiencia muy bonita de vivir. Jugar en casa ha significado siempre confort, energía, fuerza e ilusión. Tenemos que traer vivo el cruce y que aquí la gente nos empuje y podamos vivir un partido bonito”, concluye Zamora.
El próximo domingo, 14 de mayo, a las 19:00 en el Palacio de los Deportes de La Rioja, la ida de las semifinales del PlayOff de Ascenso entre el Rioverde Clavijo y el Hestia Menorca o, lo que viene a ser lo mismo, la primera mitad de la eliminatoria que dará acceso a uno de estos dos grandes equipos a la LEB Oro