En un partido vibrante e igualado hasta el último minuto, el equipo menorquín estrena su casillero a domicilio a base de buenas defensas, el derroche en la pintura de Víctor Arteaga y la inspiración desde el perímetro.
Tan ansiada como necesaria y merecida, la tercera victoria de la temporada para el Hestia Menorca llegó en la jornada 12 en el Polideportivo Municipal de Pumarín frente a Alimerka Oviedo Baloncesto, en un partido de muy alta intensidad y un despliegue extraordinario por parte de los dos conjuntos, parejo en todo momento, hasta los compases finales, en los que el cuadro visitante conquistó por primera vez un triunfo fuera de Bintaufa en LEB Oro, con el resultado de 78 a 84.
El arranque del encuentro fue claramente carbayón, con un parcial de salida de 6-0 con las canastas de Martí, Sanz y Lobaco, que precipitaron el primer tiempo muerto de Javi Zamora a penas sobrepasado el primer minuto de juego. Las instrucciones proporcionadas por el técnico madrileño sentaron de fábula a sus jugadores, especialmente a los tiradores y especialistas desde 6,75, con cuatro triples seguidos sin fallo, tres de Eric Demers y uno de Jacob Grandison.

Con el 9-12 en el luminoso, después de los dos momentos álgidos de cada equipo, vino la tónica dominante del choque. Dos equipos muy igualados viviendo momentos de inspiración que permitían anotar a cada lado de la cancha, propiciando que se produjeran hasta cuatro intercambios de liderato, el último, cerrado en favor de los menorquines gracias a un nuevo tiro de tres de Grandison (21-22).
El segundo cuarto continuó siendo una puja constante por ver qué equipo ofrecía mejores prestaciones para conseguir marcharse en el marcador. Sin embargo, ninguno de los dos planteles dejó un mínimo ápice en el tintero, ni en el apartado colectivo, con defensas férreas buena circulación de balón, ni en cada uno de los participantes en la acción, con muchas figuras por destacar de un lado y de otro.
Primero, Horton, con una triple aparición en la ofensiva de Alimerka Oviedo para sumar 7 de los 9 puntos de inicio del cuarto de su equipo. Posteriormente, el doble duelo de las pinturas, protagonizado por Martí-Sanz y Lo-Arteaga, con un acumulado de 18 puntos y 8 rebotes para la pareja ovetenses y de 12-8 para la dupla insular en la primera mitad. Y no podían faltar a la llamada los directores de juego, Josep Pérez y Clevin Hannah, con 4 asistencias cada uno y algo menos acertados que los verdaderos protagonistas de la primera parte: los francotiradores del Hestia.
Tres triples más, para los ocho con los que se iba al descanso Hestia, obra de Demers (16), Grandison (9) y Pol Molins (3), con los que sellar un primer tiempo vibrante y muy entretenido para los espectadores (41-45), impacientes todos por seguir disfrutando de un gran espectáculo en la pista.
Volviendo de vestuarios, empató la contienda rápidamente el combinado de Javi Rodríguez y se repitió el intercambio de golpes sin ninguno destacar. Hasta en 23 ocasiones se plasmó la balanza en el resultado momentáneo de los primeros tres cuartos, contrarrestando Arteaga los triples de Pérez con la ayuda de nuevo de un Grandison superlativo y la solidez del grupo menorquín.

Un nuevo triple de Molins y un canastón con oposición de Clevin Hannah adelantaban en 5 tantos a los de Zamora antes de finalizar el cuarto, pero una canasta de Lobaco sobre la bocina restaba esa ventaja a tres (64-67) y dejaba todo por decidir en el último asalto.
Nada más comenzar los últimos diez minutos, Hannah se erigía como líder con su primer triple de la velada en el momento más crítico de la contienda, en el que ambos equipos se mostraron una ápice más tensos y menos resolutivos de cara al aro de lo que habían sido en el resto de los minutos disputados. No obstante, esa situación de menos acierto la dominó completamente Víctor Arteaga, haciendo valer su envergadura, experiencia y madurez para hacerse el dueño de las alturas y capturar cinco rebotes más en Pumarín.
De no ser por los tiros libres, único apartado en el que no brillaron los números del gigante conquense, el partido pudo quedar cerrado con algo más de margen para los de Zamora. Sin embargo, el feudo de la ciudad de Oviedo volvió a dar señas de la dificultad de visitar este parquet y su equipo se aferró al partido hasta un robo de balón final de Grandison que acabó machacando el aro y las esperanzas del OCB y levantando de sus asientos a los valientes seguidores del Hestia presentes en las gradas para celebrar un triunfo perseguido, peleado y merecido (78-84).
FICHA TÉCNICA
ALIMERKA OVIEDO BALONCESTO — Josep Pérez (18), Raúl Lobaco (7), Mikel Sanz (10), Hall Elisias (-), Marc Martí (21) — Demetric Horton (13), Davis Rozitis (2), Tunner Stuckman (2), Robert Cosialls (5).
HESTIA MENORCA — Clevin Hannah (7), Eric Demers (18), Jacob Grandison (20), Omar Lo (13), Víctor Arteaga (15) — Tom Digbeu (1), Álvaro Sanz (-), Maxime Yomi (-), Diego Alderete (-), Pol Molins (6), Emil Stoilov (4), Álex Tamayo (-).