El equipo menorquín viaja de nuevo a Burgos ante la dificultad de un partido que afrontan sin presión, frente a un aspirante a promocionar a ACB.
Nueva semana, a falta de tres, para que la fase regular acabe y deje un vacío existencial de emociones, inquietud y desenlaces de todos los calibres, felices o tristes, pero todos ellos de la misma intensidad con la que se ha vivido la LEB Oro hasta esta trigésimo segunda jornada, que cerrarán en El Plantío, a partir de las 18:00 horas, Grupo Ureta Tizona Burgos y Hestia Menorca.
Un desplazamiento para los insulares muy exigente y que viene tras realizar un partido excelso en Bintaufa con el infortunio de no conseguir el triunfo, que se llevó un Baloncesto Fuenlabrada rozando la excelencia y que aleja ligeramente a los menorquines de las opciones de un remoto pero ilusionante PlayOff en su primer año de historia en la liga.
“Después de analizar el partido en frio, creo que estuvimos muy bien en determinados aspectos, contra un Fuenlabrada que es un pedazo de equipo, excelentemente dirigido y que hizo un auténtico partidazo. Aún así tuvimos bola uno abajo para poder ganar, así que estoy muy orgulloso de los chicos, del ambiente que vivimos y ya preparados y centrados desde el domingo en la siguiente batalla”, apunta Javier Zamora, técnico del Hestia, ante los medios.
Reto mayúsculo al que los menorquines llegan “bien físicamente” y sólo con la incógnita de Omar Lo, quien ya está “haciendo casi todo con normalidad”, aunque todo apunta a que apurará su vuelta a la convocatoria una semana más, manteniendo la mentalidad “cauta y precavida” que viene mostrando el equipo médico con el proceso de recuperación del alero estadounidense.
Por lo tanto, mismo ‘roster’ que el pasado sábado para plantarle cara al “equipo revelación de la temporada”, segundo en la clasificación y que busca su segundo ascenso en años consecutivos, para intentar plantarse ante todo pronóstico en ACB: “A los que venimos de luchar con ellos en LEB Plata, conocemos y tenemos la suerte de haber visto trabajar a Diego Ocampo, no nos sorprende. Están haciendo de los mejores baloncestos de la categoría, con una agresividad, puesta en escena, lucha y valentía excelsa”.
Y es que, aunque ambos equipos llegan «en momentos muy diferentes” al de la ida, en Menorca los locales estuvieron a un tiro de lograr batir a su verdugo en la final de la Copa LEB Plata del curso pasado, motivo por el que miran dicho desafío con positivismo y sin presión, centrados en disfrutar de la competición y, por qué no, ser protagonistas de un nuevo giro de guion de una liga completamente impredecible.
“En cada jornada se está demostrando porque es una de las mejores ligas de Europa y porque está siendo tan apasionante. Estamos llegando a las tres últimas jornadas y todo el mundo tiene cosas en juego. Todos estamos peleando por un objetivo, cualquier equipo puede ganar a cualquiera, y eso es lo que hace de esta liga tan atractiva”, incide Zamora.
Para ello, tendrá que frenar en seco el “momento dulce” de un plantel que hace lucir al grupo con las aportaciones individuales de cada uno de sus integrantes, tanto de las incorporaciones de muy alto nivel de esta temporada como de los que repiten a los mandos de Ocampo: “Son un equipo que tiene mucho fondo de armario y está muy compensado en todas las líneas. Debemos estar muy serios, sobre todo en defensa, para intentar parar esos flujos tan potentes de anotación, que no estén cómodos y no encadenen rachas ni parciales positivos”.