El Bàsquet Menorca celebramos el último partido del año –que no de la temporada- con un triunfo en el pabellón Can Vinader (73-84), morada de un Castelldefels que nos discutió la victoria durante muchos minutos, impulsado por la buena actuación de Jordi Boronat (25 puntos). Nosotros, en un entorno costero y turístico que nos era familiar, activamos quizá la versión más coral de la temporada, hubo porciones de protagonismo para todos y gestionamos con capacidad resolutiva los momentos de dudas que nos planteó el rival barcelonés.
Carlos Sintes, Quim Salvans, Biel Torres, Marinko Krtalic y Jan Orfila estrenaron el partido con un buen ritmo anotadora (4-10, 6-14), producto de una correcta puesta en escena defensiva, que se truncó en los últimos tres minutos del primer cuarto. El Castelldefels lograba apretarnos las tuercas y cerraba el parcial a favor tras ejecutar un 9-3 para fijar el 20-19. El equipo de Àlex Artigot mantuvo la inercia en el segundo cuarto, equilibrado por momentos en el electrónico (26-26), pero con una tendencia de mayor acierto local, que se tradujo en el 38-33 al descanso (parcial 18-14).
Nuestra dinámica no era mala, pero requería de un golpe de efecto que se reflejara en el marcador. Y este llego en el ecuador del tercer cuarto, con un parcial de 0-8 (45-49), que nos permitió recuperar el mando, el crédito y la fiabilidad desde un notable equilibrio exterior-interior (51-58), generado por el acierto desde la línea de 6,75 de Dani, Izzy, Carlos y Quim, autores de dos triples por cabeza. Cerramos el cuarto arriba (55-61, parcial 17-28) y, sin pedir permiso, superamos la barrera de los diez puntos de ventaja camino del ecuador del último periodo (59-71). Ventaja que asumimos como definitiva desde la correcta gestión de los últimos minutos y el acierto necesario desde el tiro libre para finiquitar el partido con un 73-84 (parcial 18-23), atar la sexta victoria consecutiva, octava general (8-4) y quedarnos a tiro de piedra de los colíderes Girona y El Masnou (9-3), este último será nuestro primer rival en el nacimiento de 2018, el día 14 de enero en cancha catalana.
Y aunque no fueron los mil de Bintaufa, agradecer una vez más a los “menorquins per Catalunya” y algún otro que se desplazó ex profeso, porque su presencia y calor desde la grada ajena nos sirve siempre de acicate y supone un plus para los jugadores. Ahora abrimos un paréntesis de entrenamientos y competición y aprovechamos para desear a todos nuestros socios, seguidores, aficionados, patrocinadores y colaboradores, clubes de Menorca e instituciones un… Bon Nadal i Feliç Any Nou!